En el mundo de las sociedades anónimas, los accionistas de la minoría ejercen sólo un poder teórico, porque el poder real pertenece a la mayoría. La legislación se ha preocupado de esta menguada situación,de los pequeños accionistas y, al respecto, se han elaborado variadas proposiciones; pero aún no se han logrado los resultados.deseados. Cabría preguntarse si esta actitud pasiva se debe a que los pequeños accionistas no tienen-la debida conciencia de los derechos que les corresponden en la sociedad anónima a que pertenecen. Y, todavía más, si tienen claro el concepto de esta última y de sus elementos más esenciales. Con el propósito de que el accionista conozca los derechos inherentes a su condición de tal y que participe más activamente en la vida social en resguardo de esos derechos, Hernán Castro Ossandón ha elaborado este Estatuto del accionista, en el que presenta un cuadro esquemático de su situación jurídica en la sociedad anónima, sus derechos básicos, su participación en la vida social y las responsabilidades de la administración. Es un tema de especial relevancia en estos momentos en que se busca difundir la propiedad accionaria de las empresas bancarias y de las administradoras de fondos de pensiones y, en general, el incremento del ahorro nacional por el estímulo tanto de las pequeñas como de las grandes inversiones. La obra de Hernán Castro es, por consiguiente, de gran interés para todo tipo de inversionistas y no sólo para abogados, empresarios y ejecutivos.
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